Para el 17


Que llueva, que nos conviene. Y que llueva bien; sin espanto, con esmero. Que hiele. Y que hiele a gusto. Y que nieve. Y que sople el cierzo entre el León Dormido y Codés. Y que luzca el sol.

Y que nos guste.

Que aceptemos los ciclos, los ritmos y el devenir de las cosas. Porque eso es lo natural y lo oportuno. Que envejezcamos lo que nos toca envejecer. Y que bailemos mientras nos hacemos mayores.

Que llamemos pan al pan y vino al vino. Y machismo al machismo. Y crimen al crimen. Y especismo al especismo. Que dejemos de creer para comprobar.

Que asumamos lo común como parte de lo propio (que, para lo contrario, ya en la Atenas de hace veintiséis siglos creamos la palabra 'idiota').

Que no nos conformemos con sobrevivir. Que aspiremos a la autenticidad y que, para ello, nos hagamos responsables de nuestro cotidiano. Que nos fijemos, sobre todo, en las repercusiones de cada uno de nuestros pequeños actos de cada día: el desayuno, el camino, la cena, el vestido o la marca, tienda o súper, el trabajo o la misión, Iberdrola o Som, lo necesario o lo superfluo.

Que sintamos que, en un planeta finito y exhausto como el que habitamos, cada vez que acaparamos de más, nos robamos, robamos al resto y reventamos el equilibrio del ecosistema, que ya está hecho jirones.

Que expresemos nuestros sentimientos, a ver qué pasa. Que impidamos lo inaceptable con todas nuestras capacidades. Que soñemos en voz alta. Y que nuestros sueños más íntimos no sean huraños ni excluyentes, sino colectivos y de dicha compartida. Que hagamos de quijotes. Que no nos resignemos. Que nos miremos más el corazón y menos el ombligo. Que nos atrevamos a cumplir con nuestras responsabilidades: que demos respuesta a cuanto nos interpela hoy a llanto limpio.

Que nos cuidemos. Cada cual a sí, con templanza, y también a cuanto nos rodea. Que nos hagamos conscientes de que todo está conectado; de que, de algún modo, somos una sola substancia.

Que exprimamos la vida hasta quedarnos sin una gota de existencia en los bolsillos.

¡Que vivamos!

Abrazos II

Porque hay abrazos
que resumen océanos,
que huelen a hierba fresca
y saben a hoguera en la noche
cerrada y fría.

Abrazos I

A Selkie

Hoy
me he llevao un abrazo
de esos que saben
mejor que labios
en flor.

Tejido a la voz de tu piel


A Castañita Blossom



Tu piel: paisaje de mi afecto,

recreo de mis manos;

agua viva y tibia

donde abrevan mis ojos,

mis yemas, mis labios.


Es tu piel hogar y trinchera,

cobijo y descanso;

e imán de pulsiones,

mil denuedos y antojos:

tejido hecho canto.

ᙢᗩᖇ ᙅᗩᒪᒪᗩᕍᗩ


A RS
como una mar callada
minuciosa y fértil
te siento
alrededor
de mi piel
inquieta

cómo disfruto
ahogándome
en tu océano silente

cómo gozas
invadiendo mi endeble cáscara
con tu húmedo vacío

cómo jugando
nos perdemos
para sólo ser,
más nada.